I+D+iCarlos Cercos, Enrique Collada, Enrique García-Arcicollar, Íñigo Merino, Eduardo Moreno, Carlos Salazar, Xavier Trilla
16 de octubre, 2020 En este texto se abordan las principales soluciones para conseguir la aplicación de los principios éticos, ya establecidos en numerosas publicaciones de organizaciones, instituciones y empresas, para la confianza en la IA, en los ámbitos de la transparencia, la responsabilidad y la no discriminación por sesgos.
Enrique Collada - 14 de abril, 2020
Las personas nos guiamos, en teoría, por propósitos. ¿Pero cuántos de nosotros hacemos lo que hacemos porque suponga cumplir con uno de los propósitos de nuestra vida? Es más, ¿reconocemos cuáles son nuestros propósitos más allá de “ser felices”? La tecnología es una herramienta humana que hemos utilizado durante siglos para vivir mejor y más cómodamente y para resolver grandes problemas de muy diversa índole. Pero la tecnología nunca ha sido un fin en sí mismo. No reside en ella misma ningún propósito. El propósito de la tecnología es dado por el ser humano y es, por tanto, un propósito humano. Entonces, ¿qué propósito puede haber en el desarrollo tecnológico si las personas no nos preguntamos sobre nuestros propósitos?
Enrique Collada y Javier Martín de Benito - 17 de Febrero, 2020
“Solo un 18 por ciento de los estudiantes de carreras STEM son mujeres” (periódico La Vanguardia, 25 de octubre de 2019). STEM es un acrónimo que hace referencia a Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. De todos los frentes que hay todavía que superar en nuestra sociedad para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en muchos ámbitos de la vida, en el mercado laboral, más que estrechar la brecha, todo parece indicar que puede seguir creciendo. La demanda de profesionales de las STEM seguirá creciendo a un ritmo muy rápido debido al conocido fenómeno de la cuarta revolución industrial, que tiene mucho que ver con la transformación digital y la automatización.
Enrique Collada y Nicolás Saldaña - 17 de febrero, 2020
Estamos acostumbrados a oír que las nuevas tecnologías son una oportunidad y que determinadas habilidades digitales son ya esenciales para garantizarse un hueco en el mercado laboral. Sin embargo, vemos cómo los currículos escolares no han avanzado ante un sector tecnológico que evoluciona cada vez más rápido. ¿Cómo podríamos mejorar estas habilidades desde la educación pública?
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